En varios clubes, a la entrada de las canchas se emplaza un cartel que dice lo siguiente: “Se puede ser caballero sin ser tenista, pero no se puede ser tenista sin ser caballero”.
Concuerdo plenamente con esa afirmación. Además, la gran mayoría la pone en práctica. El tenis debe ser uno de los deportes en que más se respeta el fair play y al adversario. La trampa no abunda y no existen agresiones, insultos, ni burlas durante el juego.
No obstante, algunas situaciones me preocupan.
Me ha tocado llegar a canchas, en que otros usuarios dejan repartidos en la zona cercana a las bancas, objetos tan diversos como bolas reventadas, botellas de bebidas, tarros de pelotas, la lata cortante que sella los tubos nuevos, over grips usados, restos de tela adhesiva, envases de barras de cereales o cáscaras de plátanos. Hasta raquetas quebradas he encontrado en cualquier parte, menos en el basurero, donde debieran estar, junto al resto de los elementos ya enunciados.
He visto a personas resistirse a salir de la cancha, una vez terminada su hora de juego. Y he notado que otras ocupan una pista distinta a la asignada, alterando el orden establecido, lo que perjudica a quienes siguen las normas.
En partidos de nivel recreativo, he observado a jugadores que dudan del otro y se pasan al lado de su adversario, para verificar la marca de una pelota. A mi entender, esto socava la confianza que debiera existir entre dos personas que se consideran amigas.
También he corroborado, que algunos alumnos no tratan con la debida consideración a su profesor.
Los episodios descritos constituyen hechos aislados. No cabe duda que el tenis sigue siendo un deporte de caballeros. Es decir, de gente respetuosa. Y la misión de nosotros, sus cultores, es que esa característica se mantenga.
Por eso, hay que ponerles atajo de inmediato a las acciones contrarias a la buena educación, por esporádicas que sean.
No vaya a ser que la caballerosidad o cortesía que impera en el tenis, y que tanto nos enorgullece, empiece a desvanecerse de a poco sin que nos demos cuenta.
Arturo Núñez del Prado
Periodista
Profesor de Tenis
arturondp@gmail.com