No me puedo sacar de la cabeza la reciente final de Wimbledon, entre Federer y Djokovic.
Fue un partido de alto vuelo, en el que estos magníficos deportistas brindaron un espectáculo que, por momentos, rozó la perfección.
Precisamente esa excelencia fue la que me llevó a preguntarme: ¿cuáles son los pilares, o cimientos, de un tenista top?
Cuando intentaba dar con la respuesta, recordé un libro que leí hace muchísimos años, que abordaba un concepto que nunca he olvidado: los cuatro cuartos de un campeón.
El texto planteaba que si se dividía en partes a un gran jugador, estaba compuesto de un cuarto de técnica, un cuarto de táctica, un cuarto de capacidad física y un cuarto de fortaleza mental.
Pero hoy, que el tenis se ha vuelto ultra competitivo, cuando la gran mayoría de los participantes domina todos los golpes y se halla en un óptimo nivel físico, creo que los cuatro cuartos de un campeón han cambiado.
Entonces, vino a mi memoria otra obra que cayó en mis manos un tiempo atrás, que mencionaba conceptos que, para mí, son los nuevos cuatro cuartos de un jugador consagrado mundialmente.
Todos comienzan con la letra c y son confianza, calma, concentración y combatividad.
Confianza es sinónimo de seguridad. Al ingresar al court, el tenista debe estar convencido que será capaz de imponer sus términos, por más complejo que se presente el desafío.
La calma implica tranquilidad para enfrentar tanto los momentos tormentosos de un partido, como también los favorables, ya que cerrar un match no es fácil.
La concentración consiste en fijar el pensamiento en algo, sin distraerse. Y en ese estado, de flow, el ser humano rinde al máximo.
La combatividad dice relación con la facultad de ser agresivo, y no darse por vencido cuando las cosas van mal. Esta característica resulta esencial en los encuentros muy parejos, o para revertir marcadores adversos.
Creo que en la actualidad confianza, calma, concentración y combatividad son los rasgos distintivos que marcan la diferencia entre un buen jugador, y un gran campeón.
Afirmo esto basándome en que estoy seguro que si solo viéramos dos siluetas peloteando en una cancha, sin estar enterados de quién es quién, no podríamos saber cuál de los dos tenistas es top ten y cuál figura entre los 80 mejores del ranking ATP, por ejemplo, ya que las diferencias en cuanto a nivel de juego son mínimas entre los top 100.
El tenis ha evolucionado con el tiempo y lo va a seguir haciendo.
Lo que se requiere para triunfar, los cuatro cuartos de un campeón, también.
Arturo Núñez del Prado
Profesor de Tenis
Periodista
arturondp@gmail.com