Si estás leyendo un libro sobre táctica, no lo leas pensando que lo que aprenderás te servirá para ganar. Léelo pues, al terminarlo, podrás comprender mejor el tenis.
Si haces preparación física, no hagas tu rutina creyendo que te va a conducir al triunfo. Hazla porque te ayudará a sentirte bien, ser más rápido, resistir el cansancio de un punto largo o un partido intenso, y soportar climas hostiles.
Si trabajas con un sicólogo deportivo, no acudas a él convencido que te va a ayudar a ganar. Usa las sesiones para que consigas confiar en ti mismo, y logres jugar tranquilo en los torneos, sin desesperarte cuando las cosas van mal.
Si lees un libro sobre técnica, no lo leas porque estimas que con ese aporte, aumentarán tus opciones de vencer. Léelo, ya que al pulir la técnica, tus golpes serán más efectivos, los ejecutarás con menos esfuerzo y las posibilidades de lesionarte disminuirán.
Cuando entrenes en cancha, no lo hagas seguro que si practicas aplicado, las victorias llegarán. Entrena bien para que cuentes con un amplio repertorio de golpes, disfrutes el juego y seas un rival difícil para cualquiera.
Si vas acompañado a un campeonato, no lo hagas porque eso te favorece para triunfar. Hazlo porque sientes que juegas mejor, cuando juegas para alguien.
Ahora te explico mi planteamiento.
Ganar no debe ser un objetivo, pues se trata de una consecuencia. El triunfo es el fruto de un proceso compuesto por múltiples piezas, que conforman un engranaje. Entonces, concéntrate en ese proceso, no en su resultado.
Porque si comprendes el juego; te encuentras en óptimo estado físico y mental; tus tiros hacen daño, sin que te desgastes; los oponentes te respetan, y le regalas tu esfuerzo a quien te ve jugar, esa suma de factores te acercará bastante al triunfo.
Así que no entrenes para ganar, sino que para ser cada día mejor. Entrena para adquirir, y dominar, las herramientas que te llevarán a la victoria.
Arturo Núñez del Prado
Periodista
Profesor de Tenis
arturondp@gmail.com