Un partido de tenis es como la vida misma. Se trata de un viaje en el que experimentarás las más diversas emociones, y deberás luchar para que ninguna te domine.
Un partido de tenis es una invitación para que, al concentrarte, vivas solo el presente, olvidando el pasado y el futuro.
Un partido de tenis es ante todo, un cita contigo mismo, para probarte de qué estás hecho, porque en la cancha no hay donde esconderse y no queda más opción que rendir.
Un partido de tenis es una oportunidad para conocerte, saber cómo enfrentas la adversidad pasajera junto al triunfo y la derrota, y evaluar tu real nivel tenístico además de tu temple, tu fuerza interior.
Un partido de tenis es la ocasión para que descubras qué más tienes, cuando estás exhausto.
Un partido de tenis te mostrará tu capacidad de decidir, planificar y resolver imprevistos.
En un partido de tenis, el rival no es el mayor obstáculo a superar, sino tus propios miedos, demonios, creencias, debilidades y limitaciones.
Pero por sobre todo, lo bonito de un partido de tenis, es que se trata de una invitación a descubrir tus fortalezas.
Si lo logras, habrás ganado. Aunque pierdas el partido.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com