Llega a Roland Garros en la posición más alta de su carrera en el Ranking ATP (No. 59)
Sólo ha transcurrido un año, pero ha sido tiempo suficiente para que la carrera de Nicolás Jarry haya dado un giro radical hacia un nuevo escenario que busca la élite del ATP World Tour como techo. Nada tiene que ver aquella situación en la que aterrizó en París el pasado curso en Roland Garros con la que vive en estos momentos afianzado en el Top 60 del Ranking ATP y referente en su país.
Entonces, el chileno debía jugar la previa del Grand Slam sobre tierra batida como No. 207 del mundo. Además, había terminado su contrato con la firma de ropa que había apoyado su carrera desde la adolescencia. Llegaba a París con 21 años y sin la posibilidad de haber ganado jamás antes un partido de clasificación en un torneo de esta categoría.
“Justo se me había acabado el contrato que había tenido con mi marca y me había comprado yo la propia ropa para poder jugar”, recuerda a ATPWorldTour.com el jugador nacido en Santiago hace 22 años de su experiencia en Roland Garros 2017. “Irse para atrás sirve, cuando las cosas no van bien, para valorar lo que uno tiene”, continúa su explicación sincera.
“Desde los 16 años tuve apoyo de marca de ropa y raqueta, y al final después de tanto tiempo uno empieza a dar las cosas por hecho. Esto me ayudó para saber lo que significa que te apoyen marcas tan grandes como las que tengo”, indica Jarry sobre una lección de vida que sustenta su salto de calidad. Y es que su actuación en París hace doce meses le sirvió como trampolín para iniciar una escalada de 150 posiciones en el Ranking ATP.
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Ahora, una temporada más tarde, todo es diferente. Jarry regresa a la capital francesa como el cuarto mejor sudamericano en la clasificación y luciendo la posición más alta que ha ocupado en el Ranking ATP con el No. 59. “Los seguidores en las redes sociales han subido mucho y ahora ser un referente chileno es una responsabilidad bonita que me llegó por los resultados y el esfuerzo que estoy haciendo”, asegura antes de encarar su debut en busca de su primera victoria en el cuadro final de un Grand Slam.
“Yo tengo que tratar de seguir así, de no presionarme tanto y estar más relajado. Tengo que jugar al tenis, que es la única manera en la que puedo ganar partidos como lo vengo haciendo todo el año”, señala tras encadenar en 2018 un récord de partidos de 16-10. O lo que es lo mismo, Jarry triplica sólo en cinco meses todas las victorias ATP World Tour que registraba en su carrera hasta el pasado 31 de diciembre (5).
Chile ha encontrado motivos para soñar con un nuevo estandarte y él está orgulloso de haberse convertido en ese referente. “Me gusta que el tenis en Chile está volviendo a ser lo que era, ya sea yo o sea otro no me importa mucho. Agradezco estar donde siempre he querido en mi vida, jugando este tipo de torneos, compitiendo contra los mejores de igual a igual”.
Marcelo Ríos, Fernando González o Nicolás Massú son algunos de los nombres que pusiero al tenis chileno en lo más alto del tenis mundial. Y Jarry persigue el reto de tomar el relevo aprendiendo de la sabiduría de sus antecesores. “Siempre trato de aprender de ellos y ahora estoy en contacto con ellos cada minuto. Hablamos mucho y tengo todo su apoyo para cualquier cosa o duda que me surge”, desvela.
“Siempre me dicen pequeños detalles que marcan la diferencia, pequeños cambios que uno no sabe si tiene que hacer o simplemente me suben el ánimo un poco. Me tranquilizan y eso se agradece más que un consejo”, termina Jarry sobre su relación con las leyendas de su país. Aunque aún pueda parecer lejos, ese es el camino que pretende recorrer el chileno: situarse a la altura de sus compatriotas. ¿La siguiente oportunidad? En Roland Garros.
FUENTE: atpworldtour.com