Macarena Olivares es una tenista chilena que como muchos de los junior optan por recibir tentativas becas universitarias en Estados Unidos y sacar una carrera profesional representando y siendo costeados por entidades estudiantiles.
La chilena partió estudiando en un College por más de un año para luego cursar Business (Ingeniería Comercial) en la Texas A&M University, un recinto que no solo la beca al 100%, sino también le proporciona dinero mensual para los gastos diarios.
Olivares llegó a estar 578 del mundo en el ranking WTA con sólo 17 años, la proyección que tenía era la mejor de cualquier chilena en los últimos años, terminó 64 a nivel mundial en el ranking juvenil y por falta de auspicios debió dejar su carrera profesional.
Los resultados en Estados Unidos para la oriunda de Santiago han sido increíbles, en el primer nacional no perdió ningún partido y en el segundo salió campeona de dobles y llegó hasta las semifinales de singles, resultados que le permitieron jugar un torneo del prestigioso circuito “All americans”.
Tras salir campeona de un campeonato, compitió con tenistas de la división 2 y 3 de NAIA, aquí ganó su grupo y perdió en la final del Súper Bowl, algo así como la mayor categoría a nivel de estudiantes.
“Siento que entreno mejor acá porque hay 2 tenistas por cancha, si quieres pedirle al coach entrenamiento personalizado te puedes quedar entrenando más tiempo y te ofrecen todo lo que necesites, entrenamos 3 horas por día, 2 de tenis y 1 de físico” comenta Olivares.
Dentro de sus resultados en Estados Unidos destaca las dos veces que venció a Gabrielle Andrews, una tenista de 19 años que ganó en dos ocasiones el dobles del Us Open a nivel juvenil.
En A&M Texas University la chilena tendrá mayores opciones de competir, en el verano de norteamerica (mayo del 2017) intentará jugar algunos torneos futuros por Estados Unidos y si los recursos alcanzan, jugará otros por Sudamérica.
La idea de la chilena una vez terminada la carrera es ver la factibilidad económica de poder seguir dedicandose al tenis o definitvamente trabajar y así olvidarse del tenis a nivel profeional.