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2024-08-31

Columna de Arturo Núñez: “Saber esperar”

Un tenista debe esperar que se le presente la oportunidad de atacar, durante la disputa del punto.

Un jugador tiene que ser paciente hasta que llegue la fecha de un torneo, y mientras tanto entrenar a consciencia.

Un tenista debe aguardar con calma que el entrenamiento rinda frutos, y ciertos aspectos técnicos, tácticos y mentales se consoliden.

Un jugador de tenis se ve obligado a esperar que le toque su turno de entrar a la cancha, durante un campeonato.

Un amante del tenis tiene que respetar su proceso de aprendizaje y desarrollo, e ir mejorando paso a paso.

Un tenista debe conservar la tranquilidad sin precipitarse hasta que su confianza vuelva, ante una seguidilla de malos resultados.

Ser un jugador de tenis no solo se basa en ejecutar acciones físicas, a máxima intensidad

Ser tenista también consiste en saber esperar, con serenidad y actitud positiva, el desenlace de ciertas situaciones que toman más tiempo del que nos gustaría.

Por otro lado, los profesores de tenis también deben saber esperar, para descubrir con qué tipo de éxito la vida recompensará su devoción por la enseñanza.

En la mayoría de los casos el tenis es un medio, no un fin.

Por lo tanto, lo más  probable es que gran parte de los entrenadores no salten a la fama por haber formado un top ten, o una estrella de talla mundial.

Pero eso no significa, en ningún caso, que no sean exitosos.

Creo que si, por ejemplo, un profesor logra que su alumno desarrolle la capacidad de concentrarse profundamente, ya cosecha un éxito enorme.

Aunque su pupilo no juegue bien, ni posea una técnica depurada.

Al dotar a ese alumno de la capacidad de concentración, ese entrenador le regala una poderosa herramienta a su discípulo, útil para destacar en los estudios y el trabajo.

La misión de la mayoría de los profesores de tenis no es formar grandes campeones, o tenistas profesionales millonarios.

Su contribución radica en potenciar las virtudes de las personas a través del tenis, para que se transformen en la mejor versión posible de sí mismas y alcancen sus objetivos, aunque éstos no se encuentren vinculados al deporte.





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